DIARIO DE NAVARRA: "Casta de cinqueños". Por Barquerito

Viernes, 11 de Julio de 2014 00:00
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CASTA DE CINQUEÑOS

Barquerito

Diez de los treinta toros que se llevan vistos esta semana en Pamplona llevaban en el brazuelo el guarismo del 9. Eran, por tanto, cinqueños. Una tercera parte. El año ganadero no coincide con el año natural, que va de enero a enero. Un toro nacido en octubre de 2008 se hierra con el 9 y no con el 8. Por ejemplo, el quinto de la corrida de Victoriano del Río, la del 9 de julio. Un toro de son y calidad sobresalientes. El mejor de la corrida de Garcigrande, el cuarto, era también cinqueño. Y el más agresivo y bravo en el caballo de la de Dolores Aguirre.

Y el de más seria conducta de los seis de la de Jandilla jugada ayer. El quinto, que no llevaba el hierro de Jandilla sino el de Vegahermosa, que es su ganadería filial. Filial en todos los sentidos, porque el ganadero de Jandilla es el padre del de Vegahermosa. Los dos llevan el mismo nombre y apellido: Francisco de Borja Domecq. El padre es Domecq Solís, y si se tira de la rama Solís, sale enseguida el apellido Beaumont. O sea, sangre navarra, de la cual siempre se han sentido muy orgullosos los hermanos Domecq Solís ganaderos. Juan Pedro, Borja y Fernando. El apellido Domecq procede del Bearn.

El Borja de Vegahermosa lleva de segundo apellido Nogueras, así que la sangre navarra  es en su caso no un cuarterón sino un ochavo. Las sangres no se reparten proporcional ni matemáticamente. Ni en el género humano ni mucho menos en el bovino. Y dentro del bovino, todavía menos en esa especie aparte que es el toro bravo. El ganadero de Vegahermosa lo es por las dos sangres de sus apellidos, porque su abuelo Nogueras fue también criador. No tan célebre Juan Pedro Domecq y Díez, su abuelo paterno. De casta le viene al galgo, podría decirse bien.

En teoría Jandilla y Vegahermosa son la misma cosa, Solo en teoría. No hubo más que ver la diferencia tan sensible en hechuras y estilo de ese quinto toro que remató el quinteto de jandillas. Menos carnes, la barbilla degollada, la cuerna afilada desde la cepa al pitón, las astas remangadas, la piel y los cabos finos, la estampa agalgada. Pronto y ligero, la chispa de la casta. El arreón al sentir la punta de la espada fue de toro fiero. Un toro importante. Lucido por un gran torero llamado Perera.