TOROSDOS

Se torea como se és. Juan Belmonte

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PAMPLONA. Crónica de Barquerito: "Un Toñete del canon clásico, un atrevido y espectacular Colombo"

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Sorprende el refinamiento natural del nuevo novillero navarro, desdichado con la espada

El venezolano, dos orejas y a hombros, fiel a su estilo y concepto arrolladores

Pamplona, 5 jul. (COLPISA, Barquerito)

Miércoles, 5 de julio de 2017. Pamplona. 1ª de San Fermín. Bochorno, 32 grados. 8. 000 almas. Dos horas y diez minutos de función. Un minuto de silencio en memoria de Iván Fandiño. Seis novillos de El Parralejo (José R. Moya). Javier Marín, una oreja y silencio tras dos avisos. Jesús Enrique Colombo, silencio y dos orejas. Salió a hombros. Antonio Catalán “Toñete”, silencio y ovación tras un aviso. Colombo, de San Cristóbal (Venezuela) y "Toñete", de Madrid, pero de ascendencia navarra, nuevos en esta plaza.

PASARON A LA VEZ dos cosas: confirmó sus muchos poderes y su mucha raza el venezolano Jesús Enrique Colombo y vino a revelarse como un torero exquisito Antonio Catalán “Toñete”. El primero de los dos novillos de Colombo se echó a los diez viajes y hubo que apuntillarlo: El otro, quinto de sorteo, fue con diferencia el mejor de una novillada de El Parralejo grandullona, desigual, noblona, rendida, apagadita. A ese quinto le hizo Colombo no de todo pero casi. Lo banderilleó con acierto, riesgo y contundencia, lo toreó de rodillas muy despacio, y en la vertical también, se supo componer y resolver, se impuso, se sobrepuso a una voltereta y una pequeña paliza entre las manos del toro y lo tumbó de una estocada inapelable. Dos orejas.

Los dos novillos del lote de Toñete tuvieron en común la nobleza y la justeza de fuerzas. Solo que el sentido del temple sostuvo a uno y otro lo indecible. Costaba imaginar que fueran a durar o resistir tanto tiempo. Tanto en tan buenas manos: la suavidad del toreo con las yemas de los dedos, el remate en la media altura de los muletazos a compás. Ni un tirón, ni un solo enganchón.  Del tercero, falto de motor, tocó tirar, o torear en línea para aliviarlo. Solo el pegote impostado de unas coreográficas salidas de la cara del toro a paso danzado desdijo de una faena cabal y original. El toro había llegado a claudicar tres veces en el arranque. Se tuvo luego muy fijo.

El sexto fue todavía más agradecido al buen trato. El trato fue soberbio: toreo a suerte cargada, faena tramada y discurrida sobre la marcha, tandas ligadas, cortas y resueltas con salidas de acento clásico por el costado del toro, que se iba toreado sobre los pasos de la salida y el último vuelo de la flámula. Pura sutileza, muy bonito de ver. No se estila el toreo de calado clásico y la sorpresa fue mayúscula para quien no estuviera en el secreto. No lo estaba casi nadie. La manera de resolver Toñete con el capote –pegajoso y descompuesto de salida el sexto, la cara arriba el tercero- fue también de otra manera.

Un quite por gaoneras al quinto fue de firma. Con el marchamo de la calidad en un lance donde suele primar el ajuste sobre toda otra virtud. La indecisión casi ciega y la falta de fe con la espada dejaron sin premio las dos faenas, saldadas con unos cuantos pinchazos –siete en total- y dos estocadas ladeadas pero letales. Y, sin embargo, la novillada de San Fermín quedó sellada con este torero aparecido de repente que, ¡ay!, parece entrar a matar con la de madera.

Del primer novillo de la tarde-noche apuró Javier Marín hasta la última gota. Al cabo de seis tandas de muletazos no quedaba ni gota de un toro que había cabeceado en el caballo con feo estilo, se había rebrincado de partida y acabó templado en la muleta, y aplomadísimo. A pesar de los enojosos paseos teatrales entre tandas, serio y competente el torero de Cintruénigo, cuya alternativa está anunciada en Tudela de Navarra el último sábado de mes. Muy mansito el cuarto parralejo, atacado de carnes, alto de cruz. Se embraguetó valiente Marín en dos tandas de mérito. Se atascaron el estoque y la espada de cruceta.

Postdata para los íntimos.- En un balcón de segundo piso de la calle Tejería, entre San Agustín y La Merced, hay un loro charlatán. Aquel taller de encuadernación ilustrada de la cuesta de Labrit es ahora un garito de copas que ha respetado el nombre clave de la encuadernación: La Guillotine. La guillotina, la inquisición. Y el show anual de los cien animalistas desnudos en la Plaza Consistorial con pancartas contra la tauromaquia. El lobby avanza. La taxista pelirroja que me trajo a Burlada el martes sostiene que el número de extranjeros en San Fermín ha caído por culpa de  o gracias a las campañas animalistas. Y también al precio del dormir.
Mientras paseaba por la calle Estafeta en dirección contraria -la contraria del encierro- estaban haciendo pruebas de megafonía con música de la Pasión según San Mateo. Bach en San Fermín, Ojalá! Me llama la atención lo sangrante del pleito de Kukuxumuxu entre Urmeneta,el creador de los toros azules de cuerna amarilla e imagen de peluche, y el socio capitalista. El pleito durará muchos años. El toro de Urmeneta hizo fortuna pero la fortuna ha cambiado de manos.
Antes de que empiece el jaleo, un paseo por el casco viejo de Pamplona es cosa grata. Para los amantes de la arquitectura tradicional, popular pero urbana, que en Pamplona está muy lograda y bastante bien conservada. Me gusta mucho la influencia pirenaica, no sé si decir francesa, porque lo francés es navarro y viceversa. El martes, en la subida desde la Ribera a la cuenca de Pamplona, contemplé extasiado los campos de girasol de Noain sembrados en la vía romana junto al viaducto. Las palomas esperan apostadas junto a los pedales de los contenedores de basura. Sobrevuelan el Mercado del Ensanche, por donde pasé otro ratito para contemplar esa pescadería donostiarra donde la pesca, despojada de la ganga, parece una colección de piezas de museo. La raya, el rape, el pulpo.
Los Bermejo copan negocios de fruta, carnes, lácteos y quesos. Quesos del país: Urbasa, Beruete, Irati, Roncal, Udabe, Baztán. Y también foranos: de Lituania, del Cerrato, de Cameros, de ZAmora. Hay nuez de Sesma, almendrucos del país. Y el melocotón paraguayo probablemente ribero.
VA a estallar el cohete ya. Viva San Femín!
Última actualización en Jueves, 06 de Julio de 2017 14:08