TOROSDOS

Se torea como se és. Juan Belmonte

  • Incrementar tamaño de la fuente
  • Tamaño de la fuente predeterminado
  • Decrementar tamaño de la fuente

Desde México. "Un secreto". Artículo de Francisco Baruqui.

Correo Imprimir PDF

Lo he ido aprendiendo, entre muchas caídas de por medio, desde los ya muy distantes días de mi juventud, que en mucho de los logros que a lo largo de la vida de cada quien se van alcanzando, hay siempre un fondo de esencia que norma conducta y, fundamental, da sentido a las actitudes que se van tomando.

Actitudes sí, que a luego se verán reflejadas, ya sea en lo positivo si el objetivo se logra o en lo negativo si por lo contrario no se alcanza a conseguir.

Todo va, se lo aseguro amable lector que mis letras sigue, en algo llamado EQUILIBRIO…

Ser equilibrado es lo que hace que el hombre o la mujer cuente, acorde a capacidades de inteligencia y conocimientos como resultados de aprendizaje que derivan en experiencias, lo que hace que la gente sea centrada, marcando claras delimitaciones para no irse a los extremos que ahí, créalo, es en donde perdido el equilibrio se provoca la caída.

Irse a los polos, como se dice, es la causa primordial en muchas de las veces del éxito o el fracaso de las relaciones; sean éstas del tipo que fueren.  Y escribo esto a conciencia de que cuando se va a los extremos por lo general pueden sobrevenir los desencantos y las decepciones cuando se esperaba algo en lo que se cifraban esperanza pero que al fin…  Al fin no llegó.

De esto el por qué de que muchos den el nombre de EXPERIENCIA a los desatinos motivados por los errores y a la tristeza que por ellos los embarga…

Del equilibrio, del bien llamado justo medio, depende con mucho de lo que a la postre resulta, y de lo que han salido pensamientos en los que se manifiesta la trascendental importancia de asimilar en el día a día lo que va dejando como experiencia que luego será la lámpara que guíe las pisadas por el trecho largo de la existencia, deduciéndose también que la inteligencia  de cada quien va no en proporción de la experiencia,  sino en otra proporción que es la de la CAPACIDAD de su experiencia misma.

La filosofía popular, a veces, es muy descriptiva cuando se refiere pues a los extremos.  Por esto se deriva el “ni muy, muy, ni el tan, tan…”  Aplíquelo en lo que sea.

Y…  PENSÁNDOLO BIEN.

Y…  PENSÁNDOLO BIEN, viene a mi recuerdo aquello de:

No digas todo lo que sabes,

no hagas todo lo que puedes,

no creas todo lo que oyes,

no gastes todo lo que tienes.

Porque…

El que dice todo lo que sabe,

el que hace todo lo que puede,

el que cree todo lo que oye,

el que gasta todo lo que tiene,

muchas de las veces,

dice lo que no conviene,

hace lo que no debe,

juzga lo que no ve,

y gasta lo que no puede…